SIEMPRE EN POESIA
Siempre en Poesía
Hay una frecuencia escondida en su aire metafísico que transmite poesía, lo he visto transformarse en poeta o derramar poesía cuando calla y lo asaltan lúgubres silencios y mira a otras partes como si su cuerpo estuviera subiendo a un tren y él no quiere ir aún. Entonces pienso, “a este hombre le duele algo”, lo sometemos a un vino de prueba para saber si el diagnóstico es certero.
Roger Santivaniez Vivanco es el poeta que vive al sur de New Jersey frente al río Cooper con su perro Butter, muy cerca al barrio donde Walt Whitman pasó la mayor parte de su vida, ha acuñado como una moneda de cambio una expresión que guarda un extenso valor en el trajín literario, un modo de estar viviendo, uno mismo, una bendición pagana, un state of mind: Siempre en poesía. Nació en Perú, un país que ya no existe, o por lo menos ya no es el país donde Santivañez fue churre o subterraneo, estudiante de San Marcos y alumno predilecto del Wony. Tuvo una infancia en blanco y negro en una ardiente Piura que vio nacer a dictadores sanguinarios como Luis Sanchez Cerro o nobles patriotas como Miguel Grau Seminario. Allí aprendió a tocar la guitarra y conoció el amor. Allí también tuvo el certero presagio que sería poeta entre la inmensa colección de libros de su padre. Las locas ilusiones lo sacaron de su pueblo y terminó en la capital, estudiando literatura en San Marcos. Santivañez llegó a Lima cuando el país estaba en pleno incendio político, económico, cultural, social y por último, moral. Si se quiere entender la historia del Perú no se pueden prescindir estas dos décadas, la de los años 60's y 70's, el país habia terminado una etapa de populismo criollo con Manuel A. Odria y Manuel Prado y Ugarteche trataba de recomponerlo reestableciendo sus modos y costumbres virreinales. A inicios de los 60's Lima volvió a ser la ciudad de los reyes y las pompas de la nobleza y sus fiestas de gala recuperaron sus espacios. Pero el Perú ya no era el de Leguía y sus poetas exiliados, en sus aulas universitarias ardian batallones de poetas y escritores que estaban sintonizados con todas las revoluciones del mundo. Santivañez militó en Hora Zero a muy temprana edad y Antonio Cisneros y Marco Martos fueron sus maestros. Vivió el golpe de estado del General Velasco, caminó las calles de la dictadura y vio amanecer la muerte en las plazas San Martin, Dos de Mayo, o La Plaza Unión, donde quedaba La Catedral, allí alguna vez Mario Vargas Llosa hizo un amague de conversación.
Después de militar por un breve tiempo en La Sagrada Familia, otro grupo poetico de fines de los 70's, Roger Santivañez funda el Movimiento Kloaka en 1981, el cual responde a una etapa incierta. Había un mal augurio, un presagio que olía a fatalidad y podredumbre. A pesar del solemne inicio de una nueva democracia con una constitución suscrita por una generación de políticos brillantes, algo terrible estaba a punto de ocurrir y pienso que KLOAKA fue un signo, un aviso, una manifestación.
En 1982 hace su debut Sendero Luminoso, Santivañez se movia entre los Subterraneos, una manifestación musico-cultural abrumadora que surgió en esa época, el periodismo, un oficio que habia pasado a la clandestinidad si se trataba de llevar la verdad y la poesía. Los 80's fue una década para morirse de hambre, solo se podía comer humo, escuchar los duscursos de Caballo Loco (Alan Garcia) y leer literatura rusa en el Caballo Rojo. Todos éramos sospechosos de algo y algunos amigos cargaban a todas partes un periódico de calatas, para despistar.
El anarquismo de Santivañez lo persigue a todas partes por las calles de Lima, retorna a su natal Piura, para apaciguar sus demonios y encuentra otra vez, por los predios de la nostalgia y la familia la vitalidad de la poesía.
A mediados de los años 90 se quitó a Estados Unidos a estudiar un doctorado y aqui se quedó porque encontró el rio de sus sueños.
Ha publicado, desde entonces, una gran cantidad de libros en diferentes partes del mundo, aunque solo voy a mencionar dos que a mi parecer son fundamentales para entender a Roger Santivañez como uno de los mejores y más prolíficos poetas, admirado por lectores y escritores de todas partes del mundo: Kloaka y los Subterraneos, un excelente trabajo que recopila a manera de memoria una etapa crítica en la historia del Perú, la documentación en este libro es un trabajo extraordinario. Y Argolis, un poemario que recientemente publicó New York Poetry Press y cuidado meticulosamente por la editora Marissa Russo.
Siempre en poesía.
Angel Garcia Núñez
Brooklyn, Octubre, 2023
Comentarios
Publicar un comentario